Te has incorporado al trabajo y ¿te está costando más de lo habitual? ¿tienes excesivo sueño? ¿estás más irritable?
Es posible que estés sufriendo Estrés Post Vacacional. Este término surgió de manera popular y se utiliza mucho debido al eco que tiene todos los años en los medios de comunicación. Aparece cuando se produce una ruptura muy brusca entre el ritmo de las vacaciones y la incorporación al trabajo sin hacer una correcta transición.
Los síntomas a nivel físico se pueden presentar en forma de cansancio, fatiga, falta de apetito, sueño, dificultad para la concentración e incluso se puede llegar a tener molestias estomacales o musculares. Además, a nivel psicológico se puede apreciar una conducta de falta de interés, irritación, nerviosismo, tristeza o falta de motivación.
En principio parecen síntomas comunes a todos los trabajadores, pero lo que caracteriza al “estrés postvacacional” es la duración y el momento en que se presenta. Se da en la primera semana y dura aproximadamente 15 días. Si se alarga en el tiempo quizás estos síntomas se deban a otra cuestión.
Si te reconoces en lo que estamos diciendo, toma nota de estos consejos que te ayudarán a superar el “estrés postvacacional” de manera más eficaz.
- Aborda tus actividades laborales progresivamente. Dedica un tiempo a analizar qué tareas tienes que hacer, prioriza las más importantes y urgentes.
- Respeta las horas de sueño.
- Corta con los pensamientos recurrentes. Dar vueltas en la cabeza, una y otra vez, al mismo tema sólo incrementará tu ansiedad y tu sensación de falta de control. No lo permitas.
- Organiza tu tiempo y diviértete. Del mismo modo que empleas un tiempo al día a trabajar, asegúrate de dedicar un tiempo también para ti y las cosas que te gustan.
- Pon límites y aprende a decir “no”.
- Fíjate en lo positivo. A lo largo del día también nos pasan cosas buenas.
- Ten paciencia. El síndrome postvacacional es pasajero.
Una vez que te hayas encarrilado en tu rutina, los síntomas desaparecerán. Es cuestión de actitud y de tiempo.